Hoy martes, 27 de diciembre de 2016 se cumple el centenario del natalicio de uno de nuestros más queridos y recordados actores cómicos, de esos que forman parte indisoluble de nuestra retina nostálgica y de varias generaciones de españoles y que, como viene siendo habitual en este país nuestro de charanga y pandereta, nadie se ha acordado del mismo a excepción de un servidor que lucha denodadamente para que la memoria de nuestros grandes artífices de la revista y el teatro no mueran nunca.
Alfonso del Real era el nombre artístico de Alfonso Sánchez del Real nacido en
el trasatlántico Alfonso XIII cuando sus padres viajaban a La Habana. Allí residiría
hasta los trece años. A comienzos de los años treinta debutó como meritorio en
la compañía de Antonio Vico y Carmen Carbonell. Después pasó a la de Loreto
Prado y Enrique Chicote. Perteneció también a la compañía del Teatro Pavón de
Madrid donde actuó en revistas como Las de los ojos en blanco
(1934) o ¡Que me la traigan! (1935) alternando aquel escenario con el
Martín. Ya en la posguerra se especializó como tenor cómico de zarzuela
alcanzando notables triunfos.
Posteriormente intervendría en múltiples
películas, programas y series de televisión no dejando nunca su faceta de actor
teatral. Con su característica voz y su aspecto menudo y regordete consiguió
cautivar a un gran número de público convirtiéndose en un verdadero secundario
de lujo del teatro español. Su intervención en el ámbito de la revista es muy
extensa y los títulos en los que participó pueden contarse por cientos, entre
ellos destacamos Doña Mariquita de mi corazón (1942), Una rubia
peligrosa (1942), ¡Cinco minutos nada menos! (1944), Tres
días para quererte (1945), El hombre que las enloquece
(1946), La Blanca doble (1947), ¡Róbame esta noche!
(1947), Los dos iguales (1949), Los babilonios (1949),
Tentación (1951), ¡Cirilo, que estás en vilo! (1953), ¡Ay, qué
trío! (1955), De limón y menta (1956), Un matraco en nueva York
(1957), ¡Y vas que ardes! (1960), Una mujer con bigote (1962), ¡Usted
sí que vale! (1966), Cabaret político (1978), Revista, revista,
siempre revista (1983), etc.
Falleció en 2002 en Palma de Mallorca dejando tras de sí toda una inolvidable estela de personajes ficticios a los que imprimió su innata humanidad, su característico sentido del humor, configurando a todos ellos de un alma llana que los hacía cercanos al espectador y con los que éste podía sentirse rápidamente identificado. su eterna y perenne sonrisa, su estatura pequeña, su alma tan grande como su querida familia y su no menos divertido sentido del humor, hicieron de don Alfonso del Real, un GRANDE de la revista y de la escena española del extinto siglo XX.
Larga vida, don Alfonso, allá donde quiera que se encuentre. Dios le bendiga por habernos hecho tan felices a tantos millones de espectadores con sus obras de teatro, sus películas y sus intervenciones en radio y televisión. Aquí, un servidor, lo llevará siempre en su corazón por todo el bien que me hizo verle en tantas y tantas interpretaciones. Ojalá alguno de sus familiares pueda ponerse en contacto conmigo alguna vez en montijanoruiz@yahoo.com.
¡Larga vida eterna a don Alfonso del Real!
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